sábado, 12 de enero de 2013

En la consulta

Siempre te preguntan cuando llegas a la consulta del médico la razón de tu visita, y tienes que contestar delante de otros y a veces, es muy desagradable.
No hay nada peor que una recepcionista que te pide que le digas qué te pasa en una sala de espera llena de pacientes.
Una vez entré a una consulta y me acerqué a la recepcionista (muy poco simpática):
- Buenos días, señorita.
La Recepcionista me dijo:
- Buenos días, señor, ¿por qué quiere ver al doctor ?
- Tengo un problema con mi pene, contesté...
Como algunos se rieron, la recepcionista se irritó y me dijo:
- Usted no debería decir cosas como esas delante de la gente.
- ¿Por qué no...? usted me preguntó qué me pasaba y se lo dije,
La Recepcionista -sonrojada- me dijo:
- Podría haber sido más disimulado y decir por ejemplo que tenía irritado el oído y discutir el problema con el doctor más tarde y en privado.
Y yo le contesté:
- Y usted no debería hacer preguntas delante de extraños, si la respuesta puede molestar.
Entonces, sonreí, salí y volví a entrar:
- Buenos días, señorita!
La recepcionista se sonrió socarronamente y preguntó:
- ¿¿Sí?
- Tengo problemas con mi oído...
La recepcionista asintió y se sonrió, viendo que había seguido su consejo y me volvió a preguntar
- Y… ¿qué le sucede a su oído, señor?
- que me escuece al mear...
Las risas en la sala de espera fueron de antología...

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