El médico atiende un anciano millonario que había comenzado a usar un revolucionario aparato de audición:
- Y entonces, señor Almeida, ¿le gusta su nuevo aparato?
- Si, es muy bueno.
- ¿Y a su familia le gusta?
- Pues todavía no le he contado nada a nadie, pero ya he cambiado mi testamento tres veces!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario