domingo, 1 de julio de 2012

Las tres pruebas





Un tipo entra en un bar y ve en la barra una jarra enorme, llena hasta arriba de billetes de 10€. A ojo de buen cubero, calcula que habrá por lo menos diez mil euros. Y le pregunta al camarero:

- “¿y esta jarra llena de dinero?”
- “Es como una apuesta... usted mete un billete de 10€, y si pasa tres pruebas, se lleva todo ese dinero y un BMW nuevo”

El tipo no quiere desperdiciar la oportunidad y pregunta:

- “¿cuáles son esas tres pruebas?”
- “Primero meta el billete, son las reglas”

Tras pensarlo un rato, el hombre se decide y mete el billete de 10€ en la jarra.

- “Vale”, dice el camarero, “esto es lo que tiene que hacer: Primero, tiene que beberse una botella de tequila, sin hacer un sólo gesto, y en menos de un minuto.”


- “Segundo: Hay un pit bull atado en el patio de atrás, y tiene una muela picada que le duele. Tiene que sacarle la muela con sus manos, sin guantes.”




- “Tercero: Hay una viejecita de 90 años en el piso de arriba, que todavía es virgen, la tiene que desflorar”.

El hombre se queda atónito:

- “Ya sé que he pagado mis 10 euros, pero no soy idiota! No voy a hacer todo eso! Hay que tener muchos cojones para beberse una botella de tequila y luego hacer esas otras cosas!”

- “Como quiera,” le dice el camarero, “pero su dinero se queda donde está.”

El tipo se queda en la barra, rumiando su decisión, y después de un par de copas, finalmente salta:

- “vale, ¿donde está ese maldito tequila?”

Coge la botella con las dos manos y se la bebe todo lo rápido que puede. Le resbalan por la cara dos lagrimones enormes, pero no hace ni un gesto, y tarda sólo 58 segundos!
A continuación sale, tambaleándose, por la puerta de atrás, donde está atado el pit bull. Enseguida, la gente que está en el bar empieza a oír gritos horribles, gruñidos, chillidos, gemidos, golpes... los clásicos ruidos de una pelea considerable... y de repente, el silencio otra vez!
Todos creen que el hombre está muerto, pero de repente, vuelve al bar, todavía tambaleándose. La ropa hecha jirones y lleno de arañazos, mordiscos y heridas, cubierto de sangre por todos lados.
Con la voz pastosa de un borracho, le dice al camarero:
- “Venga, ¿dónde está esa viejecita con la muela picada...?”

No hay comentarios:

Publicar un comentario