que era viuda y vivía sola, gemía todas las noches de una forma escandalosa.
...Hasta que no pudo más, y se puso a observarla por un agujero de la puerta. Lo que vio lo dejó helado, resulta que la mujer, antes de enterrar a su marido, le cortó con un cuchillo el miembro y lo mandó a disecar. Lo puso en la pared a la altura de su cintura, y todas las noches abrazaba la pared y "hacía" el amor.
Al vecino se le ocurrió la idea de hacer un agujero en la pared; quitó el pene del difunto y puso el suyo, y se puso a esperar a la vecina.
Cuando por fin ella llegó, llevaba un cuchillo en la mano derecha, con la izquierda agarró el pene y se dijo:
'Nos mudamos'
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