sábado, 21 de abril de 2012

Dos violinistas de Bilbao

Dos hombres en el Orient Express, en el mismo vagón, solos... Pasa la mañana... pasa la tarde... pasa la noche... y cuando llega el amanecer le dice uno al otro:

- Oiga... ¿usted de dónde es?...
- Coño... yo soy de Bilbao...
- ¡ostia! - ¡Ahí va la Virgen!... qué casualidad... ¡yo soy de Santander!
- Osti tú... ¡los dos del Norte!...
- ¿Y usted a qué se dedica?
- ¿Yo? soy violinista...
- ¡Me cagüenlá!...que puñetera casualidad... ¡yo también!
- No puede ser... ¿tú también violinista?... Pues yo toco el violín de cojones, te lo advierto...
- Para buen violinista, yo, tío, ¡soy el mejor de España!
- ¿Tú, el mejor de España? ¡Vamos hombre, si yo soy el mejor de Europa!
-Mira tío... fíjate si yo tocaré la ostia de bien, que cuando toco el violín en la iglesia de mi pueblo, en Santander, la Virgen de madera llora.
- Para violinista de cagarse, yo, que el otro día toqué el violín en la Catedral de Bilbao y de lo bien que lo hice, bajó Jesucristo de la cruz, me dio un abrazo y me dijo: "Eso sí es tocar y no lo que hace el capullo de Santander que hace llorar a mi madre"

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