jueves, 1 de marzo de 2012

En la aduana

Un matrimonio decide viajar a New York de vacaciones, ya que el marido hablaba inglés perfectamente. En la aduana, haciendo los trámites, el empleado le preguntaba, lógicamente en inglés.

Buenos días señor, ¿me entrega su documentación y la de su esposa?
- Aquí las tiene, caballero.
La mujer, como no entendía nada, le pregunta.
 
  
- Mi amor, ¿qué ha dicho?- Me ha pedido los papeles.

El empleado de la aduana vuelve a preguntar.

- ¿Tienen algo que declarar?
- No, absolutamente nada.

Nuevamente la esposa.

- ¿Que dice ahora, cariño?

- Que si llevamos algo que tengamos que declarar.

Continúa el empleado con unas preguntas.

- ¿De dónde vienen ustedes, señor?

- Somos españoles.

Nuevamente insiste la mujer.
- Cariño, ¿qué ha dicho?
- Pregunta de dónde venimos.

El empleado entonces comenta:


- ¡España! Estuve unos días allí hace tiempo. Magnífico pais, estupendo clima y buenísima gastronomía,aunque tuve una experiencia un tanto negativa. Conocí a una mujer que era insoportable, no me dejaba en paz, no paraba de hablar, era lo más pesado que he conocido en mi vida, hablaba y hablaba, como una cotorra. Además, tuve sexo con ella, el peor sexo de mi vida.
- ¿Qué ha dicho, cielo?
- Que te conoce.

No hay comentarios:

Publicar un comentario