Un hombre tiene un tic nervioso que le hace guiñar un ojo, y pide trabajo como vendedor en una agencia de viajes:
- Según su currículum, veo que usted está más que cualificado para este trabajo- dice el Director de Recursos Humanos -pero, desgraciadamente, no podemos contratar a un vendedor que esté constantemente guiñando el ojo a los clientes.
- Pero espere- dice el hombre- si me tomo dos aspirinas, dejo de guiñar el ojo.
- Muéstreme a ver- dice el jefe de personal.
Entonces el hombre se mete la mano en el bolsillo del pantalón y saca una cantidad enorme de condones de todas formas y colores, finalmente encuentra un par de aspirinas y al ratito de tomarlas deja de guiñar el ojo.
- Es excelente que haya dejado de guiñar el ojo- dice el jefe- pero no podemos tener vendedores que sean unos mujeriegos.
- ¿Qué quiere decir?- pregunta el hombre- yo estoy felizmente casado.
- ¿Y cómo explica todos esos condones?- inquiere el jefe.
- Ah, eso... - dice el hombre- ¡Haga usted la prueba de ir a una farmacia y pedir aspirinas guiñando el ojo!
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