"¿Qué diablos se supone que estás haciendo?"
"Voy a suicidarme", responde suavemente la delicada muchacha con voz cadenciosa y gesto fatal.
El motociclista piensa unos segundos y finalmente le dice:
"Bueno, antes de saltar, ¿por qué no me das un beso?" Ella asiente, se hace a un lado su larga y rizada cabellera y le da un largo, apasionado, sabio beso en la boca.
Después de esa intensa experiencia, la tribu de motociclistas aplaude, el líder tiene que recuperar el resuello, se alisa la barba y al cabo admite: "Ese fue el mejor beso que me han dado en mi vida. Es un verdadero talento el que se perderá si te suicidas. ¿Por qué quieres matarte?"
"Porque… a mis padres no les gusta que me vista de mujer..."
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