Un arquitecto, un artista y un ingeniero estaban discutiendo si era mejor pasar el tiempo con la esposa o con la amante. El arquitecto decía que disfrutaba con su esposa construyendo una base sólida para una relación duradera. El artista sin embargo afirmaba que prefería estar con su amante por la pasión y misterio que encontraba en ello.
Finalmente habló el ingeniero:
-Yo me quedo con las dos.
-¿Con las dos?- preguntaron el arquitecto y el artista.
-Sí - replicó el ingeniero- Teniendo esposa y amante, cada una supondrá que estás con la otra y así se puede uno ir al despacho a trabajar.
Este no la va a gustar a mi amigo Julio, porqué a él lo que le gustan son las mujeres a cualquier hora.
ResponderEliminarPues entonces Julio es el cuarto hombre que faltaba. Tiene que haber de todo.
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